Barahona, República Dominicana. – En un momento donde el gobierno dominicano, encabezado por el presidente Luis Abinader, ha endurecido las políticas migratorias para controlar la inmigración irregular desde Haití, el expresidente Leonel Fernández ha vuelto a mostrar una postura complaciente que choca frontalmente con el sentimiento nacional.
Durante declaraciones ofrecidas este lunes, Fernández se opuso públicamente a las medidas de deportación de parturientas haitianas, en lo que muchos observadores políticos califican como otro acto de desconexión con las demandas de soberanía y control migratorio que exige la ciudadanía dominicana.
Las posiciones de Leonel Fernández en favor de
intereses haitianos no son nuevas. Basta recordar que durante su prolongada
gestión presidencial, la Ley General de Migración, promulgada en 2004, quedó
sin reglamentación durante once años, retraso que afectó la capacidad del
Estado para gestionar de manera efectiva la inmigración.
Asi mismo, en 2012, Fernández otorgó la más alta
distinción nacional la Orden de Duarte, Sánchez y Mella al entonces presidente
haitiano Michel Martelly, en un gesto que aún genera indignación en sectores
nacionalistas.
Paradójicamente, fue bajo el gobierno del Partido
de la Liberación Dominicana (PLD), en el que Fernández mantenía amplio
liderazgo y que era presidente del mismo, que en 2014 se ejecutó el plan de
nacionalización masiva de cientos de miles de haitianos, tras un fallo
histórico del Tribunal Constitucional.
A pesar de haber tenido aliados políticos conocidos
por posturas férreas frente a la migración irregular como la familia Vincho
Castillo, la actitud de Fernández siempre fue tibia, mostrando inclinaciones
que favorecieron a la comunidad haitiana sobre los intereses soberanos de la
República Dominicana.
Hoy, frente a una situación crítica en la frontera
y con Haití sumido en una crisis institucional sin precedentes, las recientes
declaraciones del expresidente vuelven a levantar cuestionamientos sobre su
verdadero compromiso con la defensa de los intereses dominicanos.
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